En Latinoamérica la agricultura es una actividad económica muy representativa en varios países de la región, siendo una parte importante del PIB de países como Brasil, Chile, Argentina y Uruguay.
Esta actividad ha crecido un 56%, en los últimos 10 años, siendo la media mundial 29%. Los países antes mencionados suman más del 16% de la producción mundial de alimentos y fibras.
En Chile, los agronegocios representan aproximadamente el 9.7% del PBI y más del 24% del total de las exportaciones, sólo superado por las exportaciones de cobre.
Los desafíos de la industria más allá de lograr mantener estos países su posición en el suministro de alimentos y fibras que se espera crezca por las necesidades de países emergentes, no menor son los desafíos tecnológicos y ambientales que se presentan, tanto para una mejor producción en términos cuantitativos y cualitativos. Hoy la sustentabilidad, el ser reconocido como una empresa amiga del medioambiente determinara si la empresa subsiste a los nuevos consumidores.
La mayoría de los estudios realizados por relevantes empresas de servicios profesionales como EY dentro de su informe “Los 10 principales riesgos y oportunidades para la agricultura en Brasil, Chile y Uruguay, según el Centro de Excelencia en Agronegocios de EY” destaca dentro de estos puntos los relacionados con el acceso a la tecnología, cambio climático y medioambiente. La preocupación por el medio ambiente es cada vez mayor y muchos consumidores exigen que los productos agrícolas ser de forma sostenible. “Los productores que no adopten prácticas sostenibles pueden perder oportunidades comerciales y enfrentar críticas negativas de la sociedad.”
Hoy el seguro ambiental es una carta de presentación de una empresa consciente y que toma acciones preventivas ante los riesgos al medioambiente y de la salud de la población, a causa de su actividad u operación.
A continuación, se presentan algunos casos que pueden comprometer la responsabilidad ambiental:
· Eventos de la naturaleza: Lluvias, vientos, sismos, desbordes de ríos, entre otros pueden ser difíciles de manejar por los asegurados y representar altos gastos en términos de Responsabilidad Ambiental. Ante esto, el asegurado deberá incurrir en gastos de remoción, remedición y defensa legal, además de monitoreo de contaminantes. Una póliza ambiental podría cubrir estos gastos y las demandas de terceros por daños materiales, corporales o morales, además de proveer una cobertura de manejo de crisis para mitigar la responsabilidad por contaminación y restaurar las operaciones agrícolas.
· Caso de contratistas: Si se contrata a una empresa para la recolección y disposición final de residuos y durante el transporte el camión sufre un accidente, la póliza de vehículos no cubrirá la contaminación que pueda generarse. Una póliza ambiental con cobertura adicional de transporte podría cubrir los costos de respuesta, limpieza y remediación, además de las demandas de terceros, además de cubrir los gastos por hechos ocurridos dentro del predio de este asegurado.
· Talleres y almacenamiento de combustibles: Muchas agrícolas cuentan con talleres mecánicos para realizar mantenciones y tanques de combustibles para surtir de una manera cómoda sus propios equipos. El filtrado de combustible puede causar importantes daños al medioambiente. Los altos costos de limpieza y descontaminación del predio contaminado no son cubiertos por las pólizas convencionales de propiedades o responsabilidad civil. Una póliza ambiental cubriría estos gastos, así como los reclamos de terceros y los costos de monitoreo de la contaminación en suelos y aguas subterráneas.
· Pérdidas financieras y daños corporales a terceros: Una empresa agrícola puede ser demandada si sus prácticas agrícolas impactan negativamente en la salud de los empleados y vecinos. Así también una empresa que pueda ver mermado el volumen de ingresos a causa de un hecho de contaminación causado por la operación de una empresa ganadera. Una empresa inmobiliaria cercana, puede ver afectada la plusvalía de lugar donde ejecuto su proyecto a causa de una contaminación por malos olores, producto del manejo de los purines, malestares físicos de vecinos o terceros. Una póliza ambiental podría cubrir este tipo de reclamos y sus indemnizaciones.
· Nuevas tecnologías: La implementación de tecnologías sustentables también puede tener sus riesgos, tanto en el proceso de recambio como al momento de operar estas nuevas tecnologías. Por ejemplo, durante una fuerte lluvia, una planta de tratamiento de aguas que instalo el asegurado para que su actividad fuera más sustentable, se puede rebalsar y contaminar tanto el predio del asegurado como el de terceros. Al igual que en los casos anteriores, la póliza de responsabilidad civil no cubre esta contingencia. Sin embargo, una póliza ambiental sí podría asumir estos gastos y proteger al asegurado de las reclamaciones de terceros.
· Actividad de terceros: Debido a la escasez de suelos hoy la industria agrícola se ve muchas veces coexistiendo con predios ganaderos, industriales, zonas urbanas. Esto puede ver afectada la operación del agricultor producto de una contaminación que no es a causa de su operación. Si estos terceros no cuentan con póliza de seguros ambientales, es posible que no puedan responder en los tiempos y necesidades del agricultor y este deba incurrir en los gastos de descontaminación y remediación de su propio predio, además tendrá que incurrir en gastos legales para reclamar el mal sufrido. Si este agricultor tuviera una póliza de riesgos ambientales puede activar su póliza para cubrir los gastos de descontaminación y remediación de su predio, siendo la compañía de seguro quienes ejerzan su derecho de subrogación en contra de los responsables. Protegiendo así su patrimonio y restaurar sus operaciones.
En Chubb, ofrecemos seguros de responsabilidad ambiental para cubrir estas y otras obligaciones que puedan surgir de un evento ambiental. Nuestra cobertura básica incluye: