Las nuevas tecnologías están cambiando a las empresas y alterando de manera fundamental cómo y dónde trabajan sus empleados. En este nuevo escenario, ofrecer soluciones de trabajo flexibles —como el teletrabajo y otras formas de acceso remoto—se ha vuelto crucial, al permitir que las empresas operen de manera más ágil y también atraigan a los mejores talentos.
Una investigación reciente de PowWowNow, una empresa proveedora de tecnologías para el trabajo remoto, muestra que el 35% de las personas prefiere que la empresa les ofrezca oportunidades de flexibilidad laboral antes que un aumento de sueldo. Además, sobre el 80% sostiene que las opciones de trabajo remoto harían que un trabajo les parezca más atractivo.
Esto convierte a las políticas de flexibilidad laboral en una gran ventaja para las empresas, pero ellas pueden no estar viendo el completo alcance de los beneficios que estas políticas ofrecen.
Desde la crisis causada por la enfermedad Covid-19 hasta el siempre presente temor a enfrentar ataques o desastres naturales, es imposible que una empresa pueda predecir lo que la espera a la vuelta de la esquina. Como hemos visto con Covid-19, es increíblemente difícil prepararse para este tipo de crisis, pero las políticas de trabajo flexible ya han demostrado su valor como red de protección.
Las empresas que ya tienen la capacidad de seguir operando con sus empleados en locaciones múltiples son más proclives a sobrellevar la tormenta causada por las crisis con una mínima disrupción.
Puesto en palabras simples, los arreglos que permiten el trabajo flexible son una suerte de “ensayo general” que permite prepararse para enfrentar situaciones en las que el trabajo remoto no sea un beneficio innovador, si no una necesidad.
Por supuesto, no todas las compañías pueden operar de manera remota, ya sea total o parcialmente. Algunos sectores, como el hotelero y el retail, siempre van a ser más vulnerables frente a una crisis. Pero para las empresas que pueden hacer que funcione, invertir en flexibilidad tiene mucho sentido.
Con los procesos correctos y las tecnologías adecuadas, las empresas pueden preocuparse menos de cómo simplemente mantenerse operativas, y enfocarse más en asegurarse de mantenerse tan eficientes y efectivas como lo estarían en condiciones normales.
Si la flexibilidad y adaptabilidad en los lugares de trabajo tienen tantos potenciales beneficios, la pregunta que inmediatamente surge es: ¿cómo pueden las empresas hacer que funcione?
No hay una respuesta universal. Determinar las políticas de trabajo flexible adecuadas para una empresa en particular va a depender de un rango de factores, entre los que se incluyen la ubicación geográfica, la dependencia de tecnologías, el tamaño de la planta de empleados y mucho más.
Vale la pena tener en cuenta que, con el trabajo remoto, las empresas tienen un menor control sobre los ambientes en los cuales sus empleados operan. Esto puede hacer que surjan una serie de obligaciones. Por ejemplo, si un empleado, o alguien más en su casa, sufre algún tipo de lesión durante su jornada laboral, ¿quién es responsable de los costos asociados, de salud o de otro tipo?
Por lo tanto, algunos componentes esenciales de un acuerdo exitoso para trabajo remoto son: