Ciudad Autónoma de Buenos Aires, noviembre de 2020– El vino es un bien sumamente importante en la Argentina. Dos son los motivos: para consumo interno y como un producto de exportación. Además, alrededor del mismo se reúnen familias y amigos en una mesa. En definitiva, es parte de nuestra cultura.
En agosto pasado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, informó que a pesar de la situación que afecta a la población mundial, las exportaciones de este producto no cedieron, logrando un aumento del 46,3%[i] entre enero y julio de este año, en comparación con el mismo período de 2019.
Más allá que Argentina es uno de los principales productores y consumidores del producto, esto da cuenta de la posición destacada de nuestro país como uno de los mayores exportadores. A nivel mundial, el vino argentino llega a las mesas de Estados Unidos, Reino Unido, España y Canadá, entre otros. Como respuesta a esta creciente demanda, la irrupción necesaria de la tecnificación en los procesos artesanales de producción de vinos de alta calidad ha generado nuevos escenarios y riesgos asociados.
“Se trate de un establecimiento familiar o de un gran negocio global, los vinos son el resultado del tiempo y talento invertidos en su elaboración, resultando de gran importancia contar con un respaldo financiero y/o asegurador, para poder entonces implementar mejores prácticas de prevención y ganar mayor tranquilidad en caso que suceda algo inesperado. Para proteger toda la cadena de elaboración, comercialización, gerenciamiento, administración, logística y venta de la industria vitivinícola, hemos creado el producto Cobertura Integral para Bodegas, que abarca varias coberturas bajo una misma póliza”, explica Roberto Pereira, Agency Director en Chubb Seguros Argentina.
En los nuevos escenarios impuestos por la tecnificación de los procesos, las coberturas de Todo Riesgo Operativo pueden proteger todos los bienes muebles e inmuebles inherentes a la actividad de la industria, así como la interrupción de la explotación o pérdidas generadas como consecuencias de la paralización de las actividades ocasionadas por un siniestro cubierto y los gastos que continuaría soportando la bodega a pesar de su inactividad.
Así mismo, ya sea que se trate de una simple operación de tránsito local o un programa multinacional, incluyendo negocios en varios países alrededor del mundo, las coberturas de Transporte de Chubb para riesgos de importación, exportación y distribución local cuentan con el soporte de equipos expertos en gerenciamiento de riesgos.
Tampoco en esta industria debe dejarse de lado la cobertura que proteja la responsabilidad civil emergente de las operaciones del productor ante cualquier reclamo de terceros derivado de la actividad de su negocio. Esto es imprescindible en la Argentina o en cualquier lugar del mundo, pues la Responsabilidad Civil permite proteger las operaciones en forma global. “La ventaja de Chubb es que puede otorgar la cobertura de los gastos ocasionados por el retiro de productos que ya hubieren sido distribuidos o entregados a los puntos de venta en cualquier parte del mundo y puedan generar un daño a terceros”, agregó Pereira.
Finalmente, los accidentes personales ocurren mucho más a menudo de lo que cualquiera pudiere esperar. Contar con una cobertura de Accidentes Personales para los promotores y representantes comerciales que participan en ferias y degustaciones, el personal operativo de las plantas de elaboración y envasado, el transporte y su logística, los invitados a eventos organizados por la bodega, esta cobertura es un complemento de valor agregado que permitirá evitar consecuencias económicas que ocasionan estos eventos imprevistos.
“Con la llegada de los vinos argentinos a cada vez más países en el mundo, las bodegas se han convertido en un atractivo para el turista internacional, dando lugar a otras actividades complementarias a la producción de vinos, como la de hotelería y colección, exposición y comercialización de Obras de Arte. Todo Riesgo para Obras de Arte protege por ejemplo el traslado local o internacional de las obras y la estadía, ya sea en exposiciones temporales o permanentes”, explicó Pereira.
La finalidad debe ser siempre buscar la mejor relación entre transferencia de riesgos, seguridad y administración de los mismos, encontrar en la aseguradora un aliado a la hora de prevenir y minimizar pérdidas, logrando así mejores índices de entrega en tiempo y forma de los productos.
“Nuestro Servicio de Ingeniería de Riesgos cuenta con profesionales capaces de identificar riesgos particulares y propios de la actividad, evaluar la construcción, los procesos, los riesgos de almacenamiento del producto en proceso y terminado. Además de las exposiciones de responsabilidad civil de la operación y los productos”, concluyó el vocero.