A nivel mundial, la telemedicina es una opción cada vez más solicitada para conectar a empleados heridos o enfermos con profesionales de la salud, desde el trabajo o desde sus casas. Hoy, cuando los gobiernos urgen a los pacientes a evitar ir a los hospitales y practicar la distancia social, ha surgido un interés aún mayor por usar servicios de telemedicina para obtener tratamiento remoto, recetas médicas o atención profesional durante la crisis de Covid-19.
La telemedicina puede entregar atención de salud rápida, conveniente y accesible para muchas empresas, en casos de lesiones o enfermedades. También pueden mejorar su manejo de las demandas de compensación de los empleados —y potencialmente reducir costos—, siempre que sea ofrecida como una opción de tratamiento médico para sus empleados por la compañía de seguros complementarios.
Por telemedicina se entienda la práctica de atender pacientes de manera remota, cuando el prestador de salud y el paciente no se encuentran físicamente. Un paciente en una localidad se puede conectar con un doctor, enfermera, kinesiólogo o cualquier otro prestador de salud, ubicado en otra localidad, a través de un teléfono inteligente, tablet o computador.
Es importante tener en cuenta que la telemedicina puede no ser apropiada para lesiones graves y no reemplaza la atención de urgencia. Además, algunos empleados pueden preferir recibir atención en una consulta médica o servicio de salud incluso cuando la telemedicina es una opción. Y, en algunos casos, los abogados que representan trabajadores lesionados pueden no apoyar el uso de telemedicina.
Si tu empresa decide considerar los servicios de la telemedicina para sus empleados, es importante escoger un proveedor que cumpla completamente con las leyes y regulaciones locales aplicables al concepto de telemedicina.