La llegada de nuevas soluciones y medios de comunicación ha modificado la vida de las personas. Lo primero que hace alguien al despertar y lo último antes de dormir es revisar las notificaciones en su teléfono celular. El ritmo de vida pausado ha dado lugar a uno conectado y en constante movimiento.
Sin embargo, el mundo digital no está libre de amenazas. Al contrario, cada día se descubren nuevos riesgos que las compañías de seguridad tienen que combatir. Los correos fraudulentos y el robo de datos sensibles son algunos de los muchos peligros que acechan a los usuarios de la red. El panorama no es tan negativo, pero “no estamos preparados para hacer frente a estos problemas”, señaló Andrés Velázquez, fundador de MaTTica y experto en ciberseguridad, durante el Chubb Forum 2018.
Para un colaborador de una empresa, el abandonar las contraseñas en algún papel o libreta puede significar la pérdida de datos sensibles de una gran cantidad de clientes. Cuando una empresa sufre un ataque cibernético pone en riesgo la información de cientos, miles o millones de personas.
En algunos casos hay que ser aún más cuidadosos: “los niños y los adultos mayores son la población más vulnerable”, dice Velázquez, quien hace énfasis en la manera de entender la ciberseguridad. Para hacer el entorno más seguro habría que sacrificar atajos a los que nos hemos acostumbrado, pues “la comodidad se contrapone con la seguridad”, insiste el experto.
¿Cómo actuar?
Si hay una amenaza lo mejor es no ignorarla, sino que prevenirla y hacerle frente si se desata una crisis. La pregunta clave es: ¿cómo?
Nunca se puede ser inmune a todos los ataques. Por lo mismo es necesario que, a la par de un sistema informático robusto, se considere un Seguro contra Riesgos Cibernéticos. Un buen producto de este tipo no sólo contempla el ataque en sí, en el plano meramente digital, puede asumir costos en que incurre la empresa para enfrentar y recuperarse del evento cibernético, manejar la situación para evitar afectaciones a la reputación de la compañía e incluso puede pagar la utilidad dejada de percibir en caso de una interrupción del negocio. Esto es relevante porque, muchas veces, las consecuencias son mayores en el “mundo real”.
Chubb desarrolló Chubb Cyber Riesgos ante el riesgo emergente del uso de la tecnología. Con este producto se tiene la seguridad de estar protegido ante robo de datos, filtración y ataques informáticos, entre otros problemas que pueden afectar gravemente a una compañía.
La ciberseguridad empieza en los hábitos correctos y la prevención. Los siguientes pasos y soluciones deben ofrecerlas profesionales con todas las herramientas necesarias. Ninguna empresa es demasiado pequeña o demasiado nueva para protegerse. Al final, el principal error es pensar que a uno no le va a pasar.