Estudió psicología por algunos años, pero no. También derecho, y tampoco. Aunque no le iba mal, no se sentía cómodo entre libros, cuadernos y cátedras. Entremedio, trabajó en el call center de una compañía de consultoría, corretaje de seguros y administración de riesgos y, en paralelo, fue levantando su propia oficina en el rubro. Cuando se dio cuenta de que trabajar en ella era lo que lo hacía levantarse feliz los lunes, decidió jugársela completamente por ese camino. Y fue una buena decisión: hoy no solo mira con orgullo lo que ha construido, sino que además está en proceso de expansión, con una oficina recién abierta en Uruguay y una cartera de clientes que no para de crecer.
“La gente siempre me comenta que, cuando hablo de mi trabajo, lo hago con mucho entusiasmo,” cuenta Sammarra. “Muchos ven a los seguros a veces como algo necesario, en algunos casos incluso solo como algo que la ley obliga a comprar. Pero a mi modo de ver, tienen una gran importancia, porque permiten el desarrollo de la empresa y la economía. Sin seguros, el mundo entero sería distinto. La sociedad habría evolucionado menos, porque habría sido demasiado caro hacerlo”.
Desde los cuarteles generales de su compañía, Rison Risk Solution (antes QBS Seguros), en el sector de Las Cañitas, en Buenos Aires, Sammarra coordina a un equipo que lo apoya en sus diferentes áreas de negocios: la venta de seguros para autos y motos de alta gama, en lo que se ha especializado desde sus comienzos, y otros seguros personales. Además, tiene un área dirigida a lo corporativo y un programa para productores de seguros (PAS), que les permite conectarse con una amplia red de aseguradoras y una plataforma operativa propia.
“Hace cuatro años, una mirada a largo plazo nos impulsó a ampliar nuestra área de negocios más allá de los seguros personales: los corporativos son más complejos, te permiten ofrecer un servicio más personalizado y le dan mayor valor agregado a la empresa. Puedes crear soluciones increíbles”, acota.
El 2020 no fue un año fácil. Sin embargo, poco antes había invertido en un sistema tecnológico para mejorar las vías de contacto con los clientes y sistematizar el control de las pólizas. Este mayor nivel de automatización fue fundamental para enfrentar los desafíos de la pandemia.
“En 2020, corrió un fake news que afirmaba que, dado que las personas en cuarentena no estaban sacando sus autos a la calle, las compañías estaban obligadas a bajar los precios de sus pólizas. El sistema fue como una brújula que nos ayudó a tomar control de la situación y responder frente a la emergencia con rapidez”, ejemplifica.
Características que lo han ayudado a crecer
"El producto que más vendo con Chubb son los seguros para motos de alta gama. Encontré en Chubb la flexibilidad para desarrollar un producto único y también el compromiso para cuidarlo y fortalecerlo durante todos estos años".