Con más de 30 años en el mundo de los seguros y una importante contribución desde lo gremial, este ingeniero invita a valorar y potenciar el rol de los agentes.
Hace más de 35 años, recién titulado como ingeniero civil, José Ávila viajó a Italia para estudiar sobre el diseño de puentes. No imaginaba entonces que, al regresar a Quito, descubriría en el mundo de los seguros una nueva pasión.
“Yo quería dedicarme a lo que había estudiado, pero en ese momento no se dio la opción, por lo que comencé a trabajar en una compañía de seguros, supervisando con mi respaldo técnico las pólizas de los contratistas en construcción”, cuenta. “Ahí le tomé el gusto al mercado asegurador: me atrajo eso de relacionarme con tantas personas, ir a las obras, a las fábricas, y aplicar mis conocimientos de ingeniería estructural en la venta de seguros. En poco más de un año me picó el bicho de continuar en forma independiente, con mi propia agencia”.
Con la ayuda de su padre, quien entonces ya estaba jubilado y lo apoyó durante los siguientes 20 años en la parte administrativa, Ávila dio vida a la firma que aún lidera y que hoy tiene 16 empleados.
Desde el comienzo, ha tenido una relación virtuosa con Chubb: “Hemos ido consolidado una relación de mucho cariño. La gente de Chubb, en todas las áreas, es muy cálida, amable, honesta y confiable. Es una compañía que te ofrece un gran respaldo; he comprobado la gran solvencia y transparencia que tiene a la hora de pagar un siniestro”.
En las últimas décadas, Ávila ha tenido una participación importante en las asociaciones gremiales del mundo asegurador ecuatoriano: en 2001 el directorio de la Asociación de Compañías de Seguros del Ecuador (ACOSE) le entregó un reconocimiento por su aporte al sector; entre 2003 y 2005, fue Pde la Asociación Nacional de Asesores Productores de Seguros del Ecuador (ANACSE), a la que aún pertenece, y ha participado en la Confederación Panamericana de Productores de Seguros (COPAPROSE). ¿Su motivación? Aprender sobre las diferentes culturas en torno a los seguros y relevar el rol de los agentes y brokers.
“He comprobado la gran solvencia y transparencia que tiene Chubb a la hora de pagar un siniestro”.
“El asesor de seguros será indispensable siempre, por la confianza que da el face-to-face. Las tecnologías son una buena herramienta para agilizar procesos, estar conectado, tener acceso remoto y ofrecer rapidez, pero la relación personal con los clientes es indispensable en este negocio”, afirma.
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