No es secreto, que existen muchos retos y tareas pendientes en temas de salud. Falta una cobertura universal, una protección integral para trabajadores y sus familias, ampliar los beneficios, entre otras cosas. Sin embargo, se han dado pasos, tanto en las instituciones públicas, como en el sector privado, para que los mexicanos estén cada vez más protegidos. En este contexto existe un tipo de seguro del que, extrañamente, se habla poco, pero que puede ser sumamente relevante para hacer frente a una enfermedad.
Se trata de los seguros de salud complementarios, que cubren todos los gastos que rodean una enfermedad o accidente. ¿Cuáles gastos? Se preguntarán algunos. Veamos:
Imaginemos un accidente que obliga al asegurado a hospitalizarse y a someterse a una operación. Tanto los preparativos como la recuperación suman días en del hospital y los familiares que viajan para cuidar y acompañar al afectado tienen que desembolsar ciertas cantidades para trasladarse, comer e incluso alojarse, en algunos casos.
¿Hay algo más importante para un padre que sus hijos? Seguramente no. Entonces, la prioridad es que sigan con su vida y estén en las mejores condiciones, aun cuando el padre o madre tenga que pasar unos días en el hospital. El costo de una persona que los cuide, una guardería o los traslados del familiar que estará con ellos y los llevará a la escuela no son algo que contemplemos al enfermarnos.
Hoy, afortunadamente, existen lugares especializados que alojan y cuidan a las mascotas por distintos períodos, en este caso unos días. Lo desafortunado es que esa salida de capital no está considerada en lo cotidiano y puede impactar en el bolsillo de quien, encima, tiene que recuperarse tras una estancia en el hospital.
¿Eres freelance o tienes un pequeño negocio? Si eres el único trabajador de tu empresa, esos días tendrán que quedar en pausa. Si no, al menos no podrás supervisar o realizar tus labores como siempre lo haces. Esto, queramos o no, tiene un efecto en las operaciones y los ingresos regulares. Los gastos médicos ya estaban cubiertos y eso es un alivio, el ver afectado tu flujo de capital no lo es. Vale la pena estar prevenido.
Un accidente o enfermedad puede resultar sumamente costoso, aun cuando se esté afiliado a la seguridad social o se tenga un seguro de gastos médicos. Para eso existen estos productos, para que la protección trascienda el momento mismo de la hospitalización. ¿Cómo funcionan? Se da una suma indemnizatoria, de forma fraccionada o total, al momento de necesitar permanecer en el hospital. Según las condiciones del seguro se entrega la suma. No se exigen comprobantes de gastos ni justificantes, pues el dinero puede destinarse a necesidades muy distintas en cada caso.
Este es un paso enorme para la protección, pero no se le ha dado la difusión que merece. Informémonos más, hablemos y conozcamos sus beneficios. Toda duda es valiosa. Quién sabe, tal vez mañana tenemos que pasar, desafortunadamente, por un hospital y uno de estos seguros haga la diferencia.