4 cosas que conviene saber sobre los riesgos vinculados al transporte de mercancías

El transporte de mercancías es una práctica muy habitual, pero que no está exenta de riesgos. El traslado de mercancías, además de suponer una pérdida de control directo sobre estas, puede tener consecuencias perjudiciales para las empresas.

 Seguidamente te invitamos a descubrir 4 cosas que hay que saber sobre los riesgos del transporte de mercancías.

1. Los distintos modos de transporte de mercancías

Se estima que cada año se transportan 10.000 millones de toneladas de mercancías por todo el mundo, para lo cual pueden utilizarse varios medios de transporte. Ya sea en el uso multimodal (diferentes medios de transportes para un mismo envío), o a título individual, todos presentan ventajas e inconvenientes.

El transporte marítimo representa por sí solo el 70% de todo el transporte de mercancías. Este medio de transporte se valora especialmente porque es barato y puede utilizarse para todo tipo de mercancías. No obstante, conlleva un tiempo de envío relativamente largo y, aún con los avances tecnológicos, puede ser difícil localizar las mercancías en tránsito.

El transporte terrestre representa el 20% del transporte de mercancías e incluye tanto el transporte por carretera como por ferrocarril. El transporte por carretera es económico y permite una entrega rápida. Además, ofrece la posibilidad de transportar productos frágiles o cuya temperatura deba controlarse, como medicamentos y productos perecederos. Sin embargo, la velocidad de entrega también está vinculada a la fluidez del tráfico.

El transporte ferroviario es rápido y fiable y los costes que plantea son asequibles. Este medio de transporte permite transportar mercancías a granel, también a larga distancia. La principal desventaja de este medio de transporte es que no puede utilizarse solo. Se necesita recurrir a un transportista por carretera para finalizar la entrega de la mercancía.

Por último, el transporte aéreo es sin duda el modo de transporte más rápido, con una duración media de 24-48 horas. Sin embargo, esta solución es cara y, al igual que el transporte ferroviario, requiere el uso de un medio de transporte adicional para el traslado de las mercancías desde el aeropuerto hasta el punto de entrega final.

 

2. Los principales riesgos del transporte y sus causas

Todos y cada uno de los medios de transporte exponen las mercancías al riesgo de deterioro o destrucción.

El transporte marítimo conlleva el riesgo de naufragio, mientras que el transporte por carretera está particularmente expuesto a los riesgos de robo, accidente e incendio. Por último, el transporte aéreo tampoco excluye riesgos, aunque la probabilidad de que se produzca un accidente es baja.

Además de los riesgos que plantean las mercancías en los distintos modos de transporte, también existen riesgos directamente vinculados con las propias mercancías. Todo ello es particularmente cierto en la logística de mercancías perecederas o frágiles, donde el riesgo en caso de manipulación incorrecta es elevado y, por tanto, puede haber daños cada vez que se trasladan.

Además, existen riesgos de robo, hurto o pérdida de la mercancía durante el transporte.

Por último, la fase de transporte presenta una particularidad: una vez que el propietario de la mercancía ha entregado la carga al transportista, el primero ya no tiene ningún control sobre esta.

Con vistas a mitigar los riesgos a los que están expuestas las mercancías transportadas, pueden adoptarse una serie de medidas:
 

• seleccionar cuidadosamente a los proveedores de servicios de transporte y logística de mercancías
  
  
• dar instrucciones claras y precisas, en concreto, sobre la manipulación de las mercancías durante la carga y la descarga. Asimismo, pueden proporcionarse indicaciones sobre las medidas que deben adoptarse durante el transporte
  
  
• selecciona el seguro adecuado para las mercancías transportadas. El seguro debe contemplar la cobertura de las pérdidas relacionadas con los riesgos ordinarios (accidente, incendio, etc.), así como las relacionadas con los riesgos especiales asociados al robo, daños por agua, la carga y descarga, huelgas o actos de terrorismo. Por último, el seguro de transporte de mercancías debe cubrir tanto el transporte local como el internacional.
  
   

3. Algunas mercancías están más expuestas a los riesgos vinculados al transporte

En general, todas las mercancías están expuestas a riesgos de transporte. Sin embargo, algunos factores de riesgo pueden agravar la situación y facilitar que tenga lugar un siniestro. Entre ellos figuran:

• el modo de transporte
  
  
• el tipo de embalaje (en contenedores, a granel, con embalaje individual, en cajas, etc.)
  
  
• las operaciones de manipulación

De forma más específica, algunas mercancías están por naturaleza más expuestas a los riesgos del transporte que otras. Es el caso, a modo de ejemplo, de los alimentos perecederos, los productos farmacéuticos y, con carácter más general, de las mercancías que deben almacenarse a cierta temperatura.

Del mismo modo, las mercancías valiosas están expuestas a mayores riesgos durante el transporte. Por una parte, suele tratarse de objetos especialmente frágiles y, por otra parte, cualquier daño que sufra un artículo de este tipo hace que pierda parte de su valor, en algunos incluso por completo. Por último, los bienes de valor, como las obras de arte, los aparatos electrónicos de consumo o los artículos de alta costura, corren un mayor riesgo de robo.

 

4. Consecuencias de un siniestro vinculado al riesgo de transporte de mercancías

Cada vez que una empresa encomienda a un transportista la entrega de sus mercancías debe interesarse en firmar un contrato de seguro. Todo ello es de aplicación tanto al transporte local como al internacional.

El seguro para el transporte de mercancías cubre el riesgo de daños y la pérdida de mercancías en caso de que tenga lugar un siniestro durante el transporte.

Por lo tanto, es esencial protegerse contratando un seguro de transporte de mercancías que se adapte a las necesidades de cada operación.