La aparición de cargadores de VE y consideraciones de gestión de riesgos

El futuro ya está aquí. Actualmente hay más puntos de recarga de vehículos eléctricos (VE) en Europa y el Reino Unido que gasolineras¹, y se prevé que esta tendencia siga aumentando.² En el Reino Unido, el número de cargadores eléctricos públicos está aumentando una media de 42% cada año³ y, en toda Europa, la cifra creció un 165% entre 2020 y 2023⁴. McKinsey estima que se necesitarán unos 3,4 millones de cargadores públicos para la futura flota de VE en la UE⁵. 

En medio de este auge, el sector asegurador tiene un papel importante que desempeñar en el fomento de dicha transición. El producto Climate+ Renovables de Chubb apoya las tecnologías emergentes para acelerar su comercialización, y la infraestructura de VE es uno de los sectores en los que disponemos de gran experiencia y conocimientos.

La segunda revolución de combustibles 

Cualquier nueva tecnología conlleva un nuevo perfil de riesgo. Todos los aspectos de la carga de los VE, desde la fabricación hasta el funcionamiento y el mantenimiento continuo, conllevan posibles riesgos y consideraciones en la gestión de riesgos. 

En Europa y el Reino Unido, los cargadores de corriente alterna (CA), que requerían hasta 10 horas para cargar completamente un vehículo eléctrico, fueron la primera tecnología de carga innovadora disponible para los conductores de vehículos eléctricos. Ahora, también hay disponibles opciones de carga más rápida y los cargadores de corriente representan una gran parte del mercado. Aunque resulta cómodo, el salto a una nueva tecnología de carga rápida conlleva sus propios riesgos únicos. 

 ¿Qué riesgos presentan los cargadores de VE?
 

• Lesiones de los técnicos encargados de la instalación. La cantidad de electricidad de alta tensión en las estaciones de carga plantea peligros eléctricos, como descargas, quemaduras y electrocuciones, que son las lesiones más comunes sufridas por los instaladores. 

• Accidentes. Los conductores chocan con los cargadores. También son frecuentes las colisiones con señales de EVSE (equipos de suministro de vehículos eléctricos), según datos de siniestros de Chubb.

• Error de los usuarios. Los conductores a veces no saben cómo conectar, manejar o estacionar sus coches para utilizar los cargadores.

• El software falla. Cuando un conductor enchufa su VE, el software se conecta el coche y el cargador. A continuación, el conductor puede encontrarse con pantallas en blanco, pagos fallidos con tarjeta de crédito, sesiones de carga interrumpidas y corriente eléctrica que fluye y sube de forma impredecible⁶.

• Vandalismo y robo. Los cables de carga tienen cobre que puede venderse como chatarra, y se ha informado de que los incidentes de personas que cortan y retiran ilegalmente cables están aumentando⁷. El vandalismo también puede ser un problema⁸.

• Incendios. En los Países Bajos en 2018, un cortocircuito del cargador desencadenó un incendio que consumió también el coche que se estaba cargando y un vehículo adyacente⁹.

• Fallos en el cargador. Algunas estimaciones indican que el porcentaje de cargadores fuera de servicio puede oscilar entre el 30% y el 40%¹⁰, lo que supone un reto importante para los usuarios de VE.  

• Cambios normativos: En marzo, la UE aprobó una nueva legislación sobre la instalación de cargadores de VE para edificios, centros comerciales y oficinas¹¹. Esto es solo un ejemplo de normativa que fomenta las instalaciones de carga de VE, y es probable que los requisitos de cada país evolucionen de forma diferente. En el Reino Unido, el Gobierno ordenó que los operadores públicos de puntos de carga publicaran sus datos para permitir a los conductores encontrar puntos de carga y comprobar la disponibilidad y la velocidad de carga¹². 

   

Cuando hay un fallo del cargador, existe alguien culpable y a veces deriva en una reclamación. Incluso las empresas que proporcionan tecnologías responsables y beneficiosas que son gestionadas de manera responsable pueden ser vulnerables a las reclamaciones. 

El riesgo como punto de unión 

Todos los aspectos del ciclo de vida de la carga (no solo sucesos que acaparan titulares como incendios, sino acontecimientos mundanos como quitanieves que chocan contra los cargadores) deben tenerse en cuenta, supervisarse y mitigarse.

Si bien todavía no hay una gran experiencia en cargadores de VE que podamos aprovechar, las aseguradoras tienen cierta experiencia con tecnologías adyacentes. Chubb ya suscribe numerosas tecnologías en el ámbito de la tecnología climática. Hemos aprendido de esa práctica. 

Miles de millones de euros están a punto de ser gastados en la infraestructura de carga de vehículos eléctricos en el Reino Unido y Europa. Cada aspecto del ciclo de vida de la carga de vehículos eléctricos, no solo eventos que acaparen titulares como incendios, sino también ocurrencias mundanas como las barredoras de carretera chocando con los cargadores, debe ser considerado, gestionado y mitigado. En Chubb, utilizamos nuestra experiencia líder en la industria de la tecnología climática para comprender los nuevos y evolucionados riesgos que plantean los cargadores de vehículos eléctricos y la infraestructura desde la construcción hasta la operación, abarcando un amplio espectro de riesgos.

Nuestra Práctica Industrial en Tecnología Climática aprovecha las extensas capacidades técnicas de Chubb en suscripción, ingeniería de riesgos y reclamaciones, y proporciona productos de seguro y servicios a empresas involucradas en el camino hacia la neutralidad de carbono. Contáctenos hoy mismo para obtener más información sobre nuestras soluciones de seguros centradas en el cliente para negocios relacionados con el clima.