Se refiere a cualquier persona física, debidamente nombrada y/o elegida como Director, Administrador o su posición equivalente en la Compañía. Es decir, quien desempeñe funciones gerenciales de alto mando o relevantes que pueda comprometer o generar pérdidas a la empresa con sus actos y decisiones, tales como:
Cobertura de Directores y Administradores: La Aseguradora indemniza al Asegurado por las Pérdidas que puedan resultar por el ejercicio de sus funciones como Directores y/o Administradores.
Cobertura de Reembolso a la Compañía: La Aseguradora reembolsa a la Compañía las Pérdidas causadas por reclamaciones por un error u omisión, relacionado con motivo de sus funciones como Directores y/o Administradores.
Cobertura de Reclamación de Valores: La Aseguradora indemniza a la Compañía y/o Asegurados todas las pérdidas originadas por una Reclamación que sea atribuible a cualquier oferta, inscripción, actualización, suspensión, emisión, colocación, intermediación o venta de valores a través de una oferta pública o una oferta privada.
Los Administradores, Directivos y funcionarios contratados por una empresa, están obligados a tomar decisiones que pueden incidir en el rumbo de la compañía e impactar a sus proveedores, accionistas e incluso a su personal. Contar con un Seguro de Responsabilidad Civil D&O ofrece respaldo y asesoría ante demandas o reclamos que, debido a su jerarquía y funciones, pueda sufrir algún Directivo o Administrador de la compañía.
Este producto es adquirido por la empresa para la protección de sus consejeros y funcionarios ante demandas de proveedores, competidores, entes reguladores, entre otros, además de cubrir demandas en contra de la empresa por reclamaciones bursátiles.
Un Seguro de Responsabilidad Civil D&O brinda apoyo legal y económico ante actos negligentes, errores y omisiones que puedan cometer Directores, Administradores y Funcionarios de una empresa. Esta protección se extiende tanto a nuevas filiales como a consejeros y directivos retirados.
Riesgo hipotético: En caso de que los accionistas de una empresa demanden al consejo de administración, alegando una mala estrategia de inversión que tuvo como consecuencia pérdida de valor en libros. Al demostrarse en juicio que no hubo mala fe, el seguro cubre los gastos legales de los directores y consejeros, así como los posibles perjuicios.
Empresas pequeñas y medianas, tanto extranjeras como nacionales
Grandes corporativos
Entidades privadas y entidades públicas (listadas en bolsa)
Entidades con y sin fines de lucro
Asociaciones civiles
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