Sin importar el tamaño de una empresa, el riesgo de un fraude está siempre presente. De acuerdo con la estadística, el fraude representa una pérdida de entre 5 y 10% de los ingresos anuales. Si bien algunas actividades fraudulentas provienen de riesgos externos, muchas veces el fraude proviene de los mismos miembros de la empresa, pues los empleados frecuentemente se aprovechan de los sistemas internos para su beneficio personal. Aquí podrás leer sobre este tipo de fraude y qué pueden hacer las organizaciones para reducir su exposición a estos riesgos.
Según la última encuesta realizada por la consultoría en servicios de inteligencia de negocios Vestiga, la actividad fraudulenta por parte de empleados se duplicó en un año, así, 14% de las empresas registró un fraude durante el 2021. El área donde se registró el número más alto de incidencias fue la de proveedores y compras, con un 36%; mientras que el 31 % se registró en administración y tesorería; un 23 % en operaciones; el 6 % se reportó en robo hormiga y un 4 % en otros tipos de fraude.
Este sondeo también dio luz a las razones por las que los administradores en las empresas creen que existen estos fraudes, pues una gran parte de ellos lo asocia a fallas en la gestión. Esto podría significar que ha habido errores desde niveles altos de decisión, los cuales también podrían identificarse y tratarse con una auditoría interna.
Los encuestados de Vestiga no están lejos en cuanto a las razones del fraude, pues es una realidad que la falta de estructuras en las organizaciones es una de las principales causas, por ejemplo, la falta de políticas y normas antifraude, un control deficiente de actividades y procesos, o una insuficiencia en las capacitaciones.
Sin embargo, los valores y la ética del personal también son un factor relevante en cuanto a las actividades de fraude. De acuerdo con el Triángulo del Fraude, existen tres causas principales: presión por problemas financieros, la oportunidad que se da debido al déficit de procesos organizacionales y por último, la atracción, es decir, los beneficios potenciales de cometer el fraude.
El fraude puede tener repercusiones negativas en una empresa, por ejemplo, las pérdidas monetarias que conlleva. Por eso, procurar evitarlo está motivado por múltiples razones que benefician a la empresa.
Los fraudes empresariales incluyen una variedad amplia de actos ilegales, engaños, irregularidades, datos ocultos o información falsa. Los más comunes pueden resumirse en cinco prácticas y suelen cometerse por abuso de confianza.
Si bien el común denominador es que cualquier empresa es susceptible al fraude, desde la pandemia mundial por Covid-19, las profesionesdonde más ocurre este tipo de práctica suelen estar involucradas con puestos técnicos, de tecnología de la información (TI), de codificación y de desarrollo.
Por otro lado, algunas de las industriasdonde más ocurren los fraudes de empleados incluyen la banca y los servicios financieros, el gobierno, la manufactura, el sector salud, las instituciones educativas y el sector minorista.
Antes de nada, es muy importante que la empresa cuente con protocolos de acción para casos de fraude de empleados, con una metodología para la investigación y personas capacitadas para llevarla a cabo. Una vez que se tenga la evidencia del fraude, lo que sigue es documentar todas las pruebas.
Así, la organización debe poner en marcha el protocolo, con el cual el departamento correspondiente realice la investigación y documentación del caso, la entrevista al personal y, por último, el informe. Posteriormente, la empresa puede tomar una decisión para sancionar a la persona, ya sea con un despido, con la apertura de un proceso penal o civil, y en caso de tenerlo, solicitar una reclamación al seguro contratado.
Mitigar el riesgo no es fácil, pero estas son algunas cosas que las empresas pueden hacer para detectar y prevenir el fraude interno:
Adicional a estas medidas de prevención, es importante que las organizaciones también se aseguren de que todos los empleados se comuniquen a través de canales encriptados, mediante el uso de una red privada virtual o VPN, para ayudar a preservar la integridad y seguridad de los datos.
Sin importar el giro de la empresa, es indispensable buscar asesoría para proteger un negocio ante cualquier riesgo. Por ejemplo, el Seguro de Crimen Comercial ofrece protección en caso de falsificación, alteración, pérdidas directas de dinero y abuso de confianza. Este tipo de herramienta cubre pérdidas financieras, no sólo por robos o fraudes de colaboradores, sino también externos contratados por la compañía, además de asesoría para analizar procesos para evitar riesgos de fraude interno.
Además, Chubb es una de las pocas aseguradoras que actualmente ofrecen protección a directivos y administradores de empresa, en caso de cyber riesgos, y muchos otros servicios que además van acompañados de guía o control de crisis por equipos de relaciones públicas.
El presente material no está destinado a proporcionar asesoría legal y/o de cualquier otra índole en relación con cualquiera de los temas mencionados, ya que se destina únicamente para fines informativos. Para cualquier duda legal o técnica, se deberá consultar a un asesor legal u otros expertos con conocimiento en materia legal o técnica. Chubb es el nombre comercial que se utiliza para referirse a las subsidiarias de Chubb Limited que proveen seguros y servicios relacionados. Para obtener la lista de subsidiarias consulte en el sitio web https://www.chubb.com/mx-es/ Los seguros son proporcionados por Chubb Seguros México S.A. sujetos a términos y condiciones. Es posible que no todos los productos estén disponibles en todos los estados. Esta comunicación únicamente contiene resúmenes de los productos de Chubb Seguros México, S.A. los cuales están disponible en https://www.chubb.com/mx-es/condiciones-generales.html. La cobertura está sujeta al lenguaje en que las pólizas fueron emitidas. El Seguro de líneas excedentes solo se vende a través de personas con licencia para comercializarlo. Chubb, Av. Paseo de la Reforma No. 250, Torre Niza Piso 15, Colonia Juárez, Ayuntamiento Cuauhtémoc, C.P. 06600, Ciudad de México.
Te mantenemos informado – y tu negocio protegido – con estos útiles artículos.